No maten al mensajero

Hace ya unas semas que saltó el escándalo de Gowex y ha corrido mucha tinta al respecto, y más que correrá, seguro. Unos han querido ver en este escándalo otra burbuja tecnológica que estalla, otros un fracaso del MAB (mercado alternativo bursátil), muchos un error garrafal y/o complicidad de los auditores en todo lo ocurrido, y demasiados le han echado la culpa a Gotham City Research.

Gowex nació hace algunos años con la idea de ofrecer servicios wifi gratuitos en kioscos de prensa, paradas de autobús, en los propios autobuses urbanos, etc., en un momento donde las conexiones móviles de internet no estaban muy generalizadas, eran muy caras y escasas (en MB). En ese momento si necesitabas revisar tu correo electrónico, revisar la prensa o simplemente navegar tenías que buscar una wifi abierta para conectar tu portátil o bien que te dejaran la clave wifi de la cafetería de turno, si tenían. Eran otros tiempos y las necesidades de conexión eran distintas. Pero desde que se popularizó el uso de los Smartphone, la aparición de las tabletas y la generalización de las conexiones de internet móvil, era evidente que su negocio original perdía parte del sentido. Tenían que reinventarse o morir.

Evidentemente, no se trata de un fracaso de las nuevas tecnologías en España ni, como decíamos, un estallido de una nueva burbuja. Lo último que necesita este sector es un escándalo de este tipo que provoque la fuga de inversores y de emprendedores por situaciones provocadas por cuestiones ajenas al sector.

Tampoco se trata de un fracaso del MAB como se ha querido vender desde algunos sectores reacios a este nuevo mercado bursátil. Lo que sí es, es un rotundo fracaso de los mecanismos de control que se establecen y sobre todo del controlador. Desde hacía tiempo muchas compañías que cotizaban en este mercado estaban reclamando al gobierno una ley que les permitiera pasar de este mercado alternativo al mercado continuo, donde los controles son más estrictos y son responsabilidad de la CMNV, pero el Gobierno se la negó hace unos meses, y ahora están pagando justos por pecadores, pronosticando, quién sabe si su fin.

Se ve claro que es un error de los auditores que han firmado las cuentas de esta compañía sin mirar nada y peor aún sin auditarlas, o sea, sin hacer su trabajo, cosa frecuentemente normal, por desgracia. Si los auditores hubieran hecho lo mismo que Gotham, estudiar las cuentas en profundidad, igual no se habría llegado a este punto y todo esto se habría evitado.

Así que queda claro que ni “Batman” ni Gotham tienen culpa de nada de esto. De lo único de lo que pueden ser acusados es de sacar un informe demoledor sobre Gowex con la excusa de buscar su desplome en su cotización en la bolsa (MAB) y poder comprar barata, muy barata, una empresa con una valoración alta en ese momento. Puede que los que hacen estas acusaciones algo de razón tengan y que la idea de preparar un informe durante ocho meses sobre la empresa en cuestión y el análisis número a número, dato a dato, tuviera como fin comprar la empresa lo más barato posible… puede ser, pero gracias a su minuciosidad y estudio en detalle han sacado a luz una gran estafa. Simplemente han hecho el trabajo que otros no hicieron y deberían haber hecho.

Por desgracia estamos ante un nuevo caso de estafa en este país, otro más, pero en este caso se trata de un gran emprendedor premiado, hasta el presidente del gobierno le entregó un premio recientemente, lo que no ayuda mucho ni a la imagen de España ni a la del resto de emprendedores. Nuevamente el garbanzo negro estropea el cocido.